Un día en Galilea, Israel

Hoy llegamos a Israel, al puerto de Haifa. Israel tiene dos puertos importantes Ashdod que está un poco más al sur y el más cercano a Jerusalén y Belén, y el que esta hacia el norte, Haifa, cercana a la región de Galilea y el lugar que voy a relatarles hoy. Esta es mi segunda vez a este país, y tal cual la primera vez el control en puerto y tierra son algo que hacen darte cuenta que estas en un país en constante conflicto bélico, no se fían de nadie e incluso prohíben el ingreso de algunas nacionalidades, cada uno de los pasajeros y tripulantes son revisados de los pies a la cabeza, tu pasaporte es solicitado al menos tres veces en un día de visita, te revisan los mochilas y bolsos al entrar a cada edificio público (como mall, estaciones de buses y trenes, etc.) y debo mencionar también los centenares de soldados que andan en las calles con ametralladoras listos para disparar. El guía comenta que luego del ataque que sufrieron inesperadamente, Israel se encuentra listo es cada momento en caso de un ataque, esta es una cruel realidad de tener que vivir en constante temor a la guerra.

Ahora déjenme relatarles la parte bonita, la parte de este hermoso y milenario patrimonio que tiene este país, desde el norte hasta el sur, de este a oeste, está lleno de recintos arqueológicos de diferentes épocas, pensar que gran parte de la historia se vivió aquí es inimaginable. Pero hoy quiero mostrarles un área un poco dejada en segundo plano debido a las grandes ciudades como Jerusalén y Belén (perteneciente a Palestina y separada de Jerusalén por un inmenso muro custodiado) esta es la región de Galilea al norte del país, colindando con el Líbano y Siria.

Mi recorrido parte con una hora y media de viaje desde el puerto de Haifa hacia el sur de Galilea y frente a la conocida ciudad de Nazaret, el Parque Nacional Zippori, que es donde se ubica los restos arqueológicos de una gran ciudad. Ya conocemos Nazareth, pues era la ciudad habitada por judíos, de donde proviene María y donde Jesús pasó su niñez. Los romanos, en cambio habitaban en las cercanías en este caso Zippori o Séforia que se fundó como un establecimiento militar asirio en el siglo VII a. C., que continuó con los babilonios, persas, seleúcidas y romanos. En tiempos de Jesús, Séforis era una ciudad grande, con influencia romana. La entrada a este Parque nacional cuesta 29 NIS (unos 8 dólares por persona), para niños de 5 a 18 años cuesta 15 NIS y su horario es de 8 am hasta las 17:00 hrs, y los viernes o días festivos cierra a las 16:00 hrs.

Es aquí donde se encuentra la “Monalisa de Galilea”, así es como llaman el hermoso mosaico de una dama. Mi recorrido parte aquí, en una de las casas de algún burgués de la época, con una gran área de comedor-living combinado y rodeado de varios cuartos, entre ellos un baño. El gran área de recepción es adornado con un hermoso y gran mosaico en el suelo que representaba a la familia. Esta era la casa de Dionisio, es así como le llamaron tras la hermosa representación de Dionicio en el mosaico, desde su niñez, educación  y obviamente como buen Dionicio (Dios del vino en la mitología Griega), tiempos de ebriedad y fiesta. En la parte baja de este mosaico la hermosa representación de la “Monalisa de Galilea”, lo que se cree que era la señora de la casa construido alrededor del año 200 d.c.

Justo frente la casa de Dionicio, está la Torre de unos tres pisos de altura está en el punto más alto de la colina, por donde tenían la perspectiva y el control de toda la ciudad. A su vez, rodeada de casas por lo que se cree que eran las casas de las familias más importantes e influyentes de la ciudad. La Torre que data de los tiempos Otomanos del siglo 12 construida sobre la base de una estructura bizantina.

En la parte baja vivía el resto de la población, y  es donde se encuentran los edificios públicos. Un área separada por dos grandes avenidas de mármol y rodeada de hermosos mosaicos en el suelo. Destacan el minotauro, el príncipe y un mosaico que relata una historia del río Nilo.

Tras altas montañas, un hermoso paisaje y tras unos 30 minutos de viaje llegamos a mi segunda parada, que fue para mí, sin lugar a duda el lugar más importante a visitar en el tour. Llegamos a la ciudad de Cafarnaúm, la ciudad de Jesus, como allí la llaman. Cafarnaúm es mencionada reiteradas veces en la Biblia, como el lugar donde Jesus vivió algunos de sus años. A costas del Mar de Galilea (un gran lago que se le conoce con este nombre) es aquí donde, según la Biblia, sucedieron algunos de los milagros y el lugar donde conoce a su discípulo Simón Pedro.

Tras pasar por el área de recepción inmediatamente visualizas la iglesia de forma octogonal que yace sobre los restos de la casa de Simón Pedro, la cual tantas veces vi en documentales sobre la vida de Jesus, pero ¿Cómo se sabe que fue la casa de Pedro?, fue mi pregunta, la guía me explicó que una peregrina que visitó Tierra Santa a finales del siglo IV escribió en su diario: «En Cafarnaúm está la casa del Príncipe de los Apóstoles (Pedro) que fue trasformada en iglesia, aunque las paredes quedaron las mismas», aún se puede apreciar la pared octogonal alrededor de la casa, después otra pared más grande y gruesa con la misma forma, que se construyó siglos más tarde. Hoy en día la Iglesia está erigida sobre los restos arqueológicos. Al entrar a la iglesia justo al medio hay una ventana que da vista hacia abajo, para ver los restos de la casa de Pedro.

Alrededor de esta iglesia están los restos de lo que un día fue la ciudad de Cafarnaúm, llena de casas, amontonadas y separadas por murallas de piedra, que hoy en día tienen un color negro. La sinagoga y la iglesia de Cafarnaúm resultaron destruidas a principios del siglo VII debido a las continuas tensiones entre las comunidades cristiana y judía.

En frente de la Iglesia está lo que se conoce la Sinagoga de Jesus, aunque esta sea datada del siglo III o IV d.c. Está aún muy bien conservada con sus grandes paredes de bloques de roca blanco y columnas que adornan su interior. Se sabe que fue una sinagoga por los adornos del techo que, que hoy están desmoronados, pero que aún cuenta su historia, pues tienen símbolos judíos y los adornos de frutas y palmeras propios del área y muy típicos adornos de una sinagoga de la época, hacen saber que la edificación era un lugar santo.

La entrada a esta ciudad cuesta 3 NIS (menos de 1 dólar) y el horario es de 8:00 a 17:00 hrs, siendo la última entrada a las 16:30.

Tras una breve parada para tener el almuerzo, nos dirigimos hacia el rio Jordán, lugar donde se bautizó Jesus, no se sabe el lugar exacto donde esto sucedió, pero hoy en día en sus costas se han construido unas cuantas casas bautismales, o si como se llaman ellas. Al entrar encontré que todo era muy comercial, una persona del lugar en vez de explicarnos el proceso del bautismo, nos explicó los productos que ofrecía como agua bendita, productos de bellezas con esencias y minerales del rio Jordán, souvernir y joyería, la verdad nadie estaba interesado. Entramos el recinto, a esa hora del día llovía, pero eso no limitaba a las personas creyentes pasar por el bautismo en el rio Jordán. La entrada a las aguas bautismales del rio Jordán es gratuito pero por la “módica” suma de U$10 puedes arrendar una túnica blanca con la cual te sumerges en el rio después de algunas palabras del sacerdote. Un lugar lleno de emociones las personas ríen, aplauden lloran, gritan etc.

Nuestra última visita fue a la Reserva Nacional de Susita donde tenemos una hermosa vista panorámica del valle y poder admirar la puesta de sol. Esta es un área aun en conflicto, adherida al territorio israelí tras la guerra en 1967. Es el límite entre el libando, Siria e Israel por lo que la ONU tiene uno de sus campamentos aquí en lo alto de las montañas.

Mi recorrido por el norte de Israel, me dejo mucho para pensar desde mi propio conflicto con la religión hasta el problema bélico que allí suscita. Me alegra y agradezco haber tenido la oportunidad de ver este país desde Jerusalén hasta el norte en la Región de Galilea, pues ya se estaba discutiendo si cancelar o no los puertos de Israel debido al conflicto sucedido en la ciudad vieja de Jerusalén, en medio del área turística. Otras líneas de cruceros cancelaron sus viajes a este país. Espero de corazón que los problemas bélicos se solucionen y que las próximas generaciones tenga la dicha de visitar este hermoso lugar histórico y santo.

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